Nadie acepta el uso del suero
de la verdad o la maquina detectora de mentiras como en un acto de purificación
sincera ¿Por qué?
En el campo político dicen que
temblarían los dirigentes y que los ejecutivos de las grandes empresas
llorarían.
No podemos suponer que todos
tengan rabo de paja para que obstaculicen saber la verdad sobre el manejo de
cientos y miles de millones, propiedad de los pueblos.
Sería un escándalo mayúsculo
insinuarlo, solamente como condición a aspirar a algún puesto público y los
ayayeros cobrantes, usarían sus mejores argumentos para guardar secretos aun en
contra del país que lo cobija.
Mucho dirían que eso
sería quebrar la democracia, honorabilidad, la decencia, sería presumir mal de
un señor o señora que aspira a sacrificarse por nuestro país y así
sucesivamente.
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