Un arbol, un amigo

Nuestros hermanos de siempre: Los Árboles. No tenemos que entrar en crisis ni llenarnos de miedo o pánico, lo cierto es que la fatalidad ronda la existencia de los seres vivientes en este mundo llamado tierra, después de tantos millones de años de existencia de este orbe que nos cobija y donde los seres humanos vivimos unos más, otros menos, pero al fin el tiempo de vida de cada ser lo determina el sino de nuestra existencia. Nos cabe el privilegio de ser los seres más inteligentes que poblamos la tierra, y así se viene demostrando generación tras generación, pero estamos demostrando que ser seres inteligentes no es sinónimo de responsabilidad, afecto, cariño, sensibilidad y menos virtuosidad o fe en Dios, agradecimiento, reconocimiento, sabemos con certeza que gracias a la naturaleza vegetal hemos podido heredar este mundo de nuestras generaciones pasadas, más aun somos conscientes de la herencia que le dejamos a nuestros hijos y todos nuestros descendientes, y eso es un mundo próximo al desastre inevitable, gracias a la indiferencia de unos y a los excesos de otros por razones y motivos innumerables pero lo cierto es que día a día unos destruyen nuestra vegetación y los demás lo consentimos, nadie es inocente en éste sino; esperando en un futuro la destrucción total.

Esto convertiría nuestro orbe en un astro errante en el universo sin esperanza alguna. Si fuéramos leales y sinceros con las generaciones futuras seriamos capaces de crear con obligación un curso de información a nuestros niños en los colegios y todo centro de educación y cultura, haciendo conciencia de los monstruos que somos, labrando la extinción de vida en la tierra al destruir constantemente la vegetación y que la humanidad no tiene futuro en la tierra como todo ser viviente que necesita del oxígeno para vivir. O decidimos instruir a todos y cada uno de nosotros y desde las aulas a sembrar un árbol y ser tan obligatorio como portar un documento de identidad, sancionando drásticamente a todo aquel que destruye nuestra vegetación irracional e irresponsablemente solo pensando en su propio beneficio económico