El precio del oro

La humanidad siempre ha sido hipnotizada por el Brillo del Oro, quien produce dentro de esa maquinaria tan compleja como es el ser humano, reacciones mentales que hacen que las preferencias y emociones lo lleven a aceptar ser esclavizados a tal punto que abandonen todo por seguirlo efectuando su búsqueda consiguiendo así darle el valor tiene hoy, sea por sus propiedades como por sus cualidades.

En las últimas generaciones el Oro ha significado para la humanidad causa de muertes y crimines de lesa humanidad. No es un accidente que en América del Sur la búsqueda y extracción de este mineral haya causado casi el exterminio de sus antiguos moradores, en el caso del Perú, rescatamos de su historia en la época de su conquista por los españoles en los siglos XIV-XV-XVI, etc. Lo que significó para los moradores la existencia de este mineral en su suelo, el Oro despertó en los conquistadores tal sentimiento inhumano, que influyó para que no se considere a los hijos de estas tierras como seres humanos, convergiendo en que su muerte, no era ningún mal menos aún pecado y más bien era redimir al mundo de sus males. Casi siempre su extracción y posesión ha sido causa de conflictos, muertes, guerras, siendo causa de enfrentamientos, intrigas y males a cual peor. Sería injusto concluir mencionando solo estos aspectos sin señalar a los verdaderos culpables, de las negativas consecuencias de la existencia de este “metal precioso” como se da en llamarlo, es el propio ser humano que no sabe controlar sus emociones y sentimientos, ante la presencia de un metal que influye en los seres humanos generando una serie de metamorfosis en su mente traducidas en acciones que generalmente son negativas.

Lo lamentable es que en nuestros tiempos en la era de la “Modernidad” aun el ser humano no ha podido controlar los efectos que causa este mineral en su ser y se continúe permitiendo que quienes MORAN nuestras tierras estén condenados a sufrir los estragos que causa “El Oro” en su extracción causando males y enfermedades que quienes nos representan políticamente consientan clamorosos insultos a la inteligencia de los peruanos, de quienes niegan las evidencias de la existencia de enfermedades a consecuencia de productos químicos y minerales usados para facilitar y abaratar el costo no solo en el lugar de su extracción sino en todo el recorrido que necesariamente tiene que efectuar este producto mineral y otros hasta su embarcación, sin tomar las precauciones necesarias para evitar la contaminación a animales, vegetales y a la humanidad, porque sería muy caro tomar estas medidas y elevaría los costos de extracción y transporte reduciendo sus grandes ganancias que siempre serán pocas ante sus desmedidas ambiciones.