Los lamentos y las justificaciones, no devuelven la vida a los que la pierden en estos eventos trágicos, ni resarcen a los deudos de las pérdidas económicas, ni de los daños psicológicos que sufren, menos aun cuando se tienen hijos y personas que dependen de quienes pierden la vida tan trágicamente.
Por lo que no es raro ver en pantallas y medios de comunicaciones escritos, furibundas autoridades determinar drásticas sanciones, condenas, cárcel, etc. para quienes en muchos casos supuestamente son responsables, esto me recuerda a una parodia: “El culpable (de un arrebato) que luego de cambiarse de ropa, señala con el brazo estirado y el dedo índice, el camino seguido imaginariamente por el ladrón, para que la autoridad herradamente siga esa dirección y el se quede libre de culpas”.
Lo cierto es que sino se cuenta con una infraestructura adecuada, como pistas, semáforos, señalización, disposiciones precisas que eviten riesgos, luego de estudios técnicos con profesionales capaces para no efectuar gastos inútiles y que finalmente continúen estos eventos fatales; no existiendo estos estudios y como todo toma tiempo, y el tiempo nos trae las noticias fatales.
Sugerimos: Que, habiéndonos ganado la tecnología empleada en vehículos de transporte terrestre al debido control necesario que salven vidas por la velocidad y capacidad de estos y no contando con vías adecuadas, como precaución y medida de emergencia “un control de velocidad en todas las vías de riesgo de accidente con muerte”, claro esto como emergencia, porque un control de velocidades significa perdidas económicas, “no olvidemos que el tiempo vale oro” y “la vida supera a todos los valores terrenales”.
MORALEJA: “Se mata con Pla espada y se asesina con la cárcel”.
“El trabajo dignifica al ser humano”.
Pues, desde aquí pedimos a las autoridades, a los técnicos y al pueblo en general “TRABAJO Y MÁS TRABAJO” hasta conseguir evitar éstas “DESGRACIAS”.
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