El Estado peruano lo constituimos todos los peruanos bien nacidos y los mal nacidos también, asumamos el activo y el pasivo de nuestra sociedad, pero asumamos los principios legales y sociales que en épocas pasadas le dieron el derecho a nuestra PATRIA a llamarse Perú y ser una nación libre y soberana.
La fuerza de nuestra soberanía se debe basar en la razón y la justicia.
Las riquezas que nuestras anteriores generaciones nos legaron, están al cuidado y responsabilidad de nuestra generación y es así como los que nombramos para que administren el Estado peruano son responsables ante nosotros de lo bueno y de lo malo que realicen o han realizado.
Toca pues a nosotros juzgar política y socialmente a aquellos que actuando a espaldas de los intereses ciudadanos han enajenado, vendido, o entregado bienes patrios, con razonamientos antojadizos o equivocados si así fuera.
No podemos esperar solamente los actos electorales para demostrar nuestra desaprobación por actos en contra de nuestros intereses nacionales, deben crearse mecanismos efectivos y rápidos que nos permitan sancionar la inercia El despilfarro, la corrupción o el abandono de los representados.
Más aún en épocas de ventas y concesiones de las riquezas que nos ofrece, la naturaleza como es el gas, el agua, los minerales en general, los puertos y toda empresa creada con el esfuerzo de todos los peruanos de hoy y ayer, que debe servir a todos los peruanos tanto para la alimentación, la educación y cultura, más aún cuando sabemos que día a día la tecnología avanza.
Esperemos que nuestros pueblos se esfuercen en desarrollarse y pronunciarse oportunamente sobre los temas de interés general y no sean un almacén de odios y venganzas, convirtiéndose en bombas explosivas de tiempo, aumentando las necesidades y pobrezas de nuestros pueblos.
La fuerza de nuestra soberanía se debe basar en la razón y la justicia.
Las riquezas que nuestras anteriores generaciones nos legaron, están al cuidado y responsabilidad de nuestra generación y es así como los que nombramos para que administren el Estado peruano son responsables ante nosotros de lo bueno y de lo malo que realicen o han realizado.
Toca pues a nosotros juzgar política y socialmente a aquellos que actuando a espaldas de los intereses ciudadanos han enajenado, vendido, o entregado bienes patrios, con razonamientos antojadizos o equivocados si así fuera.
No podemos esperar solamente los actos electorales para demostrar nuestra desaprobación por actos en contra de nuestros intereses nacionales, deben crearse mecanismos efectivos y rápidos que nos permitan sancionar la inercia El despilfarro, la corrupción o el abandono de los representados.
Más aún en épocas de ventas y concesiones de las riquezas que nos ofrece, la naturaleza como es el gas, el agua, los minerales en general, los puertos y toda empresa creada con el esfuerzo de todos los peruanos de hoy y ayer, que debe servir a todos los peruanos tanto para la alimentación, la educación y cultura, más aún cuando sabemos que día a día la tecnología avanza.
Esperemos que nuestros pueblos se esfuercen en desarrollarse y pronunciarse oportunamente sobre los temas de interés general y no sean un almacén de odios y venganzas, convirtiéndose en bombas explosivas de tiempo, aumentando las necesidades y pobrezas de nuestros pueblos.
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