En América Latina de los años 80 a nuestros días, muchos líderes alcanzaron el poder en las diferentes líneas de mando a la que aspiraron.
La influencia de la poderosa corriente del libre mercado sin fronteras, impulsada contra viento y marea por las capitales del mundo, hoy vienen acondicionando a los lideres triunfantes, que han alcanzado el poder, en las diferentes representaciones, haciéndolos cambiar el paso y aceptar dictados universales que no se convaliden con las necesidades e intereses de los ciudadanos comunes, de los diferentes países en los que se vienen practicando los dictados para un mejor lucro y ganancias de los capitales económicos extraños, pretextando razonamientos de gaseosas promesas, de bienestar, consiguiendo así exoneraciones, sueldos asfixiantes, y revertir derechos adquiridos en desmedro de las economías familiares, y de los recursos naturales que tienen estos países.
Los líderes vienen aceptando esta corriente en América Latina, en muchos casos por conveniencias económicas y que les permite un descanso y una seguridad de poder, hoy y para siempre porque todo reemplazo por venir será del mismo corte y por lo tanto tendrán asegurado una cuota de poder y de economía en el futuro.
Los que están fuera de esta cerca y practican otros procedimientos en el uso del poder, son bravamente combatidos, creando y sembrando una serie de enfrentamiento internos, que no les permite descansar y menos ver con claridad el camino para satisfacer las aspiraciones de sus pueblos, no significando esto que estén bien o mal, porque eso lo dirá solo los pueblos y la historia en el futuro que vendrá.
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