Estamos frente a una realidad, donde la creatividad y la fuerza moral se ven debilitadas por el hambre y el individualismo de quienes alcanzan un peldaño de supervivencia social, político-económica o labora, surgiendo una casta de inmorales, convenidos, y acondicionados, conformistas que no transitan por vías de dinteles altos, por que siempre prefieren andar agachados, hurgando en las migas para sentir que viven y también son tan corruptos como los otros que con soberbia inaudita se creen hábiles dueños de poder devorando economías ajenas, ya que los "esfuerzos" que realizan no justifican ni sus ganancias ni los sueldos, vale decir - producción - ocupación - versus ganancia.
Todo esto sucede porque un conglomerado de dóciles sostienen esta corrupción en todos los niveles y hasta aplauden a los verdugos de la moralidad, la decencia, la honradez y el esfuerzo sano, de la convivencia comunitaria; que inconsecuentes con las necesidades de sus prójimos les sabe estas ideas e interpretaciones a trago amargo, porque sus gargantas no distinguen entre lo amargo y lo dulce, sus ojos no ven más allá de sus narices, sus almas sólo sirven al Dios mezquino de la viveza y la corrupción, siempre listos á recibir la miga que cae del que se traga la troncha más grande, tenemos que entender que la fuerza de un país está en su moral y la fuerza de la sociedad está en su economía y moral, la fuerza de un conjunto laboral, en la defensa de sus derechos e ideas basándose siempre fundamentalmente en su identificación y defensa de lo justo y equitativo, cual soldados de celestiales intereses, ya que esos intereses económicos son producto de los esfuerzos realizados y el sudor derramado y deben conformar un hito de futuro para los hijos y generaciones venideras, por lo que es asqueroso consentir, convivir, sonreír, a la corrupción personificada en serviles marionetas que no faltan en todos los medios.
Por lo que "es necesario recurrirá las reservas morales de nuestra sociedad de quienes están en estos medios y se mantengan incólumes, y aún a sabiendas que son minoría deben luchar por crear una fuerza salvadora participando de los principios y fines de una causa noble y justa, señalando y denunciando a todos aquellos que simulan trabajar o se valen de artimañas para cobrar lo no trabajado o robado lo que no es suyo que finalmente esta gente debe ser denunciada y debidamente procesada y quienes apoyen estas acciones negativas tendrán sus remordimientos como heridas en carne viva, por siempre.
El Perú social ya no puede esperar más, consciente que el cáncer de la corrupción mina nuestras fuerzas para el desarrollo y crecimiento en todos los campos, no hacerlo es unírnosla la banda de traidores sociales a los verdaderos intereses de la patria que nos permiten fortalecer todas nuestras instituciones tutelares y administrativas y que todas nuestras empresas sigan produciendo economía sin que nadie se irrogue el derecho de absorbería indebidamente, no es posible que algunos irresponsables o consentidores manifiesten tan absurdamente que desconocen algún manejo indebido cuando “EXISTE LA LEY DE TRANSPARENCIA” aunque esta se viene empañando a tal punto que quedaría como una “LEY DE INTRANSPARENCIA”
Todo esto sucede porque un conglomerado de dóciles sostienen esta corrupción en todos los niveles y hasta aplauden a los verdugos de la moralidad, la decencia, la honradez y el esfuerzo sano, de la convivencia comunitaria; que inconsecuentes con las necesidades de sus prójimos les sabe estas ideas e interpretaciones a trago amargo, porque sus gargantas no distinguen entre lo amargo y lo dulce, sus ojos no ven más allá de sus narices, sus almas sólo sirven al Dios mezquino de la viveza y la corrupción, siempre listos á recibir la miga que cae del que se traga la troncha más grande, tenemos que entender que la fuerza de un país está en su moral y la fuerza de la sociedad está en su economía y moral, la fuerza de un conjunto laboral, en la defensa de sus derechos e ideas basándose siempre fundamentalmente en su identificación y defensa de lo justo y equitativo, cual soldados de celestiales intereses, ya que esos intereses económicos son producto de los esfuerzos realizados y el sudor derramado y deben conformar un hito de futuro para los hijos y generaciones venideras, por lo que es asqueroso consentir, convivir, sonreír, a la corrupción personificada en serviles marionetas que no faltan en todos los medios.
Por lo que "es necesario recurrirá las reservas morales de nuestra sociedad de quienes están en estos medios y se mantengan incólumes, y aún a sabiendas que son minoría deben luchar por crear una fuerza salvadora participando de los principios y fines de una causa noble y justa, señalando y denunciando a todos aquellos que simulan trabajar o se valen de artimañas para cobrar lo no trabajado o robado lo que no es suyo que finalmente esta gente debe ser denunciada y debidamente procesada y quienes apoyen estas acciones negativas tendrán sus remordimientos como heridas en carne viva, por siempre.
El Perú social ya no puede esperar más, consciente que el cáncer de la corrupción mina nuestras fuerzas para el desarrollo y crecimiento en todos los campos, no hacerlo es unírnosla la banda de traidores sociales a los verdaderos intereses de la patria que nos permiten fortalecer todas nuestras instituciones tutelares y administrativas y que todas nuestras empresas sigan produciendo economía sin que nadie se irrogue el derecho de absorbería indebidamente, no es posible que algunos irresponsables o consentidores manifiesten tan absurdamente que desconocen algún manejo indebido cuando “EXISTE LA LEY DE TRANSPARENCIA” aunque esta se viene empañando a tal punto que quedaría como una “LEY DE INTRANSPARENCIA”
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