Los avatares científicos y la visión de ellos en el futuro con relación al origen de la formación de un ser, vienen dando pie para aceptar ciertas castraciones, limitaciones en las facultades embrionarias, en cuanto a la heredad humana.
Hoy aspiramos poder controlar ciertas enfermedades o limitaciones tratando el embrión, interviniendo en la cadena hereditaria, de manera científica.
Quiérase que aprovechando este lapso y el desarrollo de la ciencia, en este terreno podamos no solo evitar ciertas enfermedades hereditarias, si no la recuperación de todas las facultades que vemos en el propio universo que por ser parte de él nos corresponden.
Es necesario profundizar, escudriñar e investigar en nuestro remoto pasado, estudiando nuestro mundo en los millones de siglos atrás y así podremos alcanzar en toda su amplitud todas las facultades que ocultan nuestros cerebros y cada microscópico elemento de nuestro organismo.
Las preocupaciones en que nos distraemos tratando de crear, mejorar prototipos de maquinarias, robots, comunicaciones, nos alejan de conocernos a nosotros mismos y la amplitud de facultades, tenemos limitaciones a las que estamos condenados al haber perdido el eslabón de la plenitud para nuestros organismos tanto, en lo físico, mental y psíquico.
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