BLOCK DE
REPORTERO
Por: Ricardo Pérez T. Ll.
DEMANDA ABSURDA DE CAPITALISTAS DE LA COSTRA NOSTRA
Al finalizar el año 2019, no muy
bueno para los trabajadores, desocupados, antimineros, estudiantes, mujeres, a
nivel mundial, la cuestionada constructora e indolente Graña y Montero demandó
al Estado peruano ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI) por incumplimiento de contrato relacionado al
proyecto Gasoducto Sur.
Qué tal vergüenza la de este grupo
capitalista, privado, involucrado en el problema del Club de la Construcción,
en sus relaciones con la funesta, corrupta, transnacional Odebrecht, queriendo
salvarse de la prisión preventiva, que debe ser la contraria, al acogerse a la colaboración
eficaz; pero por lo bajo, a través de un juicio leguleyesco, buscar la
recuperación de su inversión, cuando lo cierto es que aprovechóse de un momento
en que no se investigaba nada, incluso aparecía como intocable, aprovechó la
circunstancia para beneficiarse del tesoro público.
Graña y Montero, con su actitud
descabellada, hace recordar a la IPC, además se suma a Enagas, aquella empresa
española consorcionada con la firma peruana bajo las alas odebrechtianas para
construir el Gasoducto, la cual interpuso también un recurso tendente a dañar
las arcas fiscales nuestras, pasándose por víctima.
El aprovechamiento del hampa
plutocrática, exceptuando a algunos empresarios decentes, tiene que detenerse a
través de leyes más punitivas, de una política radical que exija el respeto al
Estado si este órgano actúa conforme a la razón, honorabilidad, seriedad,
responsabilidad, no actuando como el de los tiempos de la consolidación, de los
consignatarios, inclusive del fujimorato, etc. Hoy un grupo de fiscales,
jueces, están cumpliendo con la función que les compete, al estilo Garzón, o de
ese magistrado de la célebre película “Z”.
Es pues absurda, indigna,
vergonzante, asquerosa, antipatriótica, la demanda de Graña y Montero. En
China, Singapur, Cuba, Irán, Corea del Norte, en la Alemania nazi o en la Rusia
de los soviéticos, estos socios más ambiciosos que Midas hubiesen ido al
paredón o a los hornos. Se salvan aquí gracias a lo que se llama reino de la
santa democracia, al imperio del mal conducido liberalismo.
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Santa María, 31.12.2019
Corresponsal
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