jueves, 20 de febrero de 2020

DE TIEMPOS AQUELLOS


BLOCK DE REPORTERO
                Por: Ricardo Pérez Torres llosa

DE TIEMPOS AQUELLOS

                De la década del 50 este destacable libro: “Espionaje y traición”, su autor don Frank Owen.
                Trata la obra de Eddie Chapman, el espía experto en volar cajas fuertes, a quien los alemanes sorprendieron poniéndose entonces al servicio de éstos, obligado, y obtuvo luego la Cruz de Hierro. Al terminar la guerra, alguien lo salvó ante los británicos para que no lo ajusticiaran, contando la verdad de los hechos. Fue considerado un patriota. A expensas de su vida, daba, cuando el momento era propicio, información falsa al enemigo, el nazi. De la editorial Emece en versión castellana de J. C. Torres.
                Otro libro bueno el de Marcel Proust: “La vida de Jean Santeuil”. Viene a ser una especie de puente de “A la búsqueda del tiempo perdido”. Destaca, amén del contenido, el estilo vivaz, directo. André Maurois lo prologa.
                ¿Qué decir de “El análisis literario” de Raúl H. Castagnino e “Interpretación y Análisis de la obra literaria”, lo escribe Wolfgang Kayser? Útiles al literato, cuya curiosidad no debe descuidar el “Cancionero” de M. Unamuno jugo, texto que reúne trabajos desde el 26.02.1928 hasta diciembre de 1939, horas antes del deceso de aquél, un preocupado de la inquietud metafísica del hombre. Lo editó Losada, prólogo de don Federico de Onis.
                Cabe recordar que durante el decenio del 50, siglo XX, el miércoles 1.12.1954 fueron trasladados los restos del venezolano Trinidad Morán a Lima, a quien, en tiempos de la Confederación Perú – boliviana, se le fusiló en la ciudad del Misti el 3.12.1854.
                La exhumación tuvo lugar a las 9:00 am en la iglesia de Cayma para ponerlo en una cureña.
                Asimismo de ese año las presentaciones teatrales del Grupo Artístico “Talía”, las hacía utilizando la instalación de la Asociación de Empleados del Ministerio de Fomento y Obras Públicas, de la calle Emiliano Fernández Nº 575, Lima. Llegó a estrenar “Augusto hace lo suyo” de Bernard Shaw, “El Solterón” de Javier de Villaurrutia, mexicano, esas dos respectivamente destacadas comedias. Fueron escenificadas a principios de diciembre del 54, a partir de las 7 de la noche. Actuaron entre otros María Isabel Hurtado, Alicia Cano, Manuel Neira, Gabriel Figueroa, con la dirección de Porfirio Meneses.
                Sobresalió en dicho tiempo, siendo su escenario el Callao, primero la Plaza Independencia, el Teatro de Ensayo Vocacional del chalaco Miguel Arteaga Cavero, quien era alto empleado municipal, vecino del barrio fiscal 3 de las Chacaritas, pariente de un combatiente de la guerra con Ecuador, hermano de la profesora Consuelo. Llegó a escenificar una pieza de Sebastián Salazar Bondy. Fue del equipo de “Histrión” de los Velásquez.
                Una cowby de la época: “Bandidos del Oeste”. Pero no la dio el Magestyc de La Punta, sala que cartelerizó “Los tres caballeros”, bonito film, cómic animado, de W. Disney.
                En 1954 este escritor cursaba el cuarto de primaria en el colegio salesiano “Don Bosco”, era director el sacerdote Harry Mc. Bride.

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