SALUDOS Y FELICITACIONES PARA TODOS AQUELLOS QUE DIGNIFICAN EL 1º DE MAYO
El mundo descansa como tributo al trabajo. Dentro de las pocas coincidencias que abrazan los ciudadanos del mundo, una de ellas se aferra a la jornada de descanso del 1º de mayo en honor al Día del Trabajador. Cuenta la historia, 1º de mayo de 1886, Chicago, EE.UU. Un grupo de trabajadores organiza una manifestación reclamando el cumplimiento de una ley que fijaba en ocho horas el máximo de la jornada de trabajo. El mitin fue reprimido por la policía y tuvo como saldo dos muertos y varios heridos. El 4 de mayo se convocó a otra manifestación en protesta por los hechos del 1º y una fuerza policial de 325 hombres salió a disolverlos. En un hecho confuso se lanzó un petardo contra los guardias y ocho de ellos murieron. La represión fue inmediata, los policías dispararon contra los manifestantes y hubo ochenta muertos aproximadamente doscientos heridos. Luego de una corta investigación fueron detenidos ocho dirigentes: Adolph Fisher, Augusto Spies, Albert Parsons, George ángel, Luís Lingg, Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe. A los cuatro primeros se les ahorco el 11 de noviembre de ese mismo año. Lingg se suicidó con un petardo que él mismo fabricó en la cárcel. Michael Schwab y Samuel Fielden fueron condenados a prisión perpetua y Oscar Neebe a 15 años de reclusión. Siete años más tarde los detenidos fueron puestos en libertad según un indulto del gobernador Angelet, del estado de Illinois 1889, París. Una conferencia internacional de trabajadores toma la decisión de que todos los 1º de mayo paralizarían sus actividades los obreros del mundo. Así quedó instituido el Día del Trabajo. Paradójicamente en el lugar de los hechos, este día se conmemora en septiembre. En el Perú en 1896, se celebra en Lima el I Congreso Provincial Obrero que agrupa a artesanos y obreros que reclaman
El
1º de Mayo
Día determinado para rendirle un debido reconocimiento
dentro del calendario a la noble ocupación de los que dedican su tiempo de vida
a la ocupación llamada “trabajo” que no es sino la acción de producir economía
en beneficio de la colectividad. Todos los que hemos escogido el camino del
trabajo, evidente y práctico dignificando su estancia en nuestras sociedades,
debemos y tenemos que sentirnos orgullosos de este hecho conformando el
núcleo principal de
este reconocimiento. No
pueden excluirse de
esta nominación, todos aquellos seres que ejercen una acción de
producción y mejora en sus calidades de vida sea para sí o para otros, como es
el caso de las madres en sus hogares en beneficio de sus hijos y otros seres de
su entorno, los propios hijos que preocupados por su educación se esfuerzan en
acumular conocimiento, el independiente que ejecuta sus esfuerzos brindando sus
servicios u ofertando los productos que pueden ser necesarios para el vivir o
aquellos que mediante actividades nobles propician la distracción y
fortalecimiento espiritual de las ciudadanías. Es oportuno señalar que dada la
nueva filosofía empleada para señalar en el mundo la ruta de las grandes
economías que son producto del esfuerzo de las grandes mayorías de los pueblos,
rompiendo fronteras para la expansión de sus capitales en muchos casos con
falsas promesas y engañosas oportunidades; es necesario que las dignificantes
celebraciones las compartamos todos los conjuntos de seres que actuamos dentro
de las razones que propiciaron y dieron justificación a la instauración del 1º
de mayo. Gocemos pues, con gran regocijo, este día. Que sean horas de
reconocimiento a aquellos que destacaron en el cumplimiento de sus funciones
como representantes de los que producimos riqueza para el desarrollo de
nuestras sociedades y el reconocimiento mutuo de todas las líneas arriba ha
señalado permitiendo que el futuro nos encuentre unidos y preparados para
defender los principios y los fines que nos amparen ante la arremetida de aquellas
filosofías venidas y creadas con fines de destruir principios básicos de los
pueblos como es su identidad de clase, su patriotismo y su razón como nación,
tratando de hacernos fácilmente vulnerables a ambiciones mal sanas que no
buscan sino el empobrecimiento de los salarios y la prolongación del esfuerzo
en el trabajo sin compensación alguna, la acumulación de riqueza para emplearla
en denigrar a la persona humana, corrompiendo voluntades en contra del derecho
a la felicidad de vida que es derecho inherente a los principios fundamentales
de la humanidad. Es por ello que el 21º de mayo debe ser el día de la unidad
monolítica, de la defensa del derecho de todos y cada uno de los que de una
manera u otra trabajamos y nos esforzamos dentro de nuestras sociedades, a
hacerla mejor en todos los aspectos y que finalmente nos permita disuadir a
aquellos que pretenden desconocer o ejecutar acciones en contra de la dignidad
y los principios que propicien un clima de paz para todos.
¡VIVA EL 1º DE MAYO! ¡VIVA LA FUERZA CREADORA E
IMPULSADORA DE TODAS
LAS
ECONOMÍAS!
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