DON
FÉLIX SOTO DURÁN
El
20 de octubre de 1931 falleció don Félix Soto Durán, hace 85 años.
Se le conoció por el seudónimo de “Sixto F.
Leo”, el que lo usó para sus poesías, crónicas, notas.
Nacido en Tarija el año 1854, ejerció casi
todos los oficios, luego sería militar, periodista. Boliviano, al estallar la
guerra con Chile, se alista para pelear, primero como secretario de Campero,
hará así la Campaña del Sur, inclusive llegó a integrar el regimiento
“Flanqueadores de Tacna” a órdenes del cubano Pacheco de Céspedes. Estuvo en la
batalla del Alto de la Alianza.
El destino no quiso devorarlo entre las llamas
de la conflagración, Chile lo hizo su prisionero, hasta ordenó fusilarlo. Al caer
Lima, después de la batalla de Miraflores, pudo escapar de Tacna uniéndose a
las fuerzas de Andrés Alfredo Cáceres con quien libra lo que se llamó Campaña
de la Breña.
Tuvo Soto un gesto admirable, positivo,
elocuente, en vez de partir hacia su país optó por quedarse al lado del Perú,
combatiendo como un león. Esta clase de actitud le faltó al ingeniero Elmore,
peruano que siendo prisionero del chileno Baquedano, aceptó ser portador de paz
de éste ante Bolognesi, quien no lo recibió, regresándose al cuartel del
enemigo cuando pudo, libertándose, ocupar una trinchera en el Morro de Arica.
Hombre con bondad de abuelo, breve tiempo
residirá en Huacho, al terminar la guerra del guano y el salitre, luego escoge
el puerto del Callao como lugar de residencia, teniendo casa en Moctezuma,
Constitución e Independencia, tres moradas que fueron testigos de su quehacer
diario. Aquí llega a conocer a otro extranjero distinguido, oriundo de Ecuador,
que el 2 de noviembre de1883 ha fundado, en la calle Constitución, el diario
“El Callao”, además abrió una librería que hizo época.
Ese caballero fue Manuel Darío Arrús Cuenta.
Como Soto Durán ejerció en su patria el
periodismo antes de la guerra, no le sería difícil volver a coger la pluma para
llenar carillas. Aceptó la invitación de integrar la plana de redactores, agradando a la lectoría sus diversos géneros
poéticos, aparte de esta literatura, muchas veces romántica, jocosa, satírica,
conociendo de rimas asonantes y consonantes, especialmente sus artículos de
antología, esos temas que tocaban el alma chalaca, su problemática, el
acontecer cotidiano.
Y fue tanta la confianza que le tenía Arrús,
que, con motivo de un viaje a provincias, el año 1907 le confió la dirección
del rotativo, asimismo el negocio anexo, hasta le solicitó que, mientras durase
su ausencia, aconsejara a su hijo de nombre Manuel. El boliviano chalaquizado a
través de la peruanidad demostró lealtad, seriedad, responsabilidad,
respondiendo con creces, tan es así que al fallecer aquél, importante
historiador además del desastre del 28 de octubre de 1746, lo llamó Maestro,
haciéndole justicia con su verbo de literato orlado por el señorío, lo que no
ocurrió con él al darse de baja de “El Callao”.
En vida, y siendo hombre sociable,
institucionalista, integró el cuerpo de la famosa Compañía de Bomberos “Unión Chalaca”,
la mutualista “Aduana del Callao”, la Asociación Nacional de Periodistas, hasta
apadrinó uno de los primeros locales, aún no estaba en Colón dicho club de
basquetbolistas, sino más cerca de Vigil, Arequipa Norte, por ahí nomás, del
célebre Club Atlético Bilis, acompañándole la señorita Goytizolo, el sacerdote
Rivarola que bendijo las instalaciones.
Tuvo pues muchas relaciones sociales, le
apreciaron personalidades de la talla de los escritores Felipe Boisset, Dora
Mayer, Enrique Demetrio Tovar, “Dr. Gillette”, N. Gambetta Bonatti, Remigio B.
Silva, José Fiansón (exalumno del “Instituto de Lima”), el empresario Guillermo
Ronald, don José Miguel Corzo, Oscar Medelius, Carlos Contreras Espichán el
poeta de “Ciudad Lírica”, el periodista V.E. Gómez Sánchez, entre otros,
igualmente extranjeros, en especial los compatriotas, caso de O’Connor
D.Alarch, los parientes de Santos e Isidora.
Afectándole los sinsabores de la vida, a pesar
de tener un espíritu parecido al del célebre Petronio, campechano, al que la
alegría adornaba su ser, por dentro ese ser sufría, temía el derrame cerebral,
no se olvidaba de los horrores de una guerra infausta, el dolor de la Bolivia
que perdió su enorme litoral era una herida sangrante, va a decidir el final,
sin llegar todavía a los 80 años de edad, de una existencia que se cansó de
estar en este “valle de lágrimas”.
Su única hija, Celia Rosa, será la receptora de
la nota que dejó anunciándole su suicidio. Aún más, ha planeado su forma de
morir, de acudir a los lugares que deben abonarle algo, recibir sus restos,
etc. Acompañada de uno de sus mejores amigos, el señor Pedro D. Castro, vecino
de la cuadra 3 de Constitución, lo buscó en todos los sitios que solía
frecuentar. Lo mismo hicieron el resto de amistades.
Horas más tarde, la trágica noticia. El vate de
“La Despedida”, “Mi Epitafio”, “Lo que fui y lo que soy”, se había disparado, a
eso de las 11 de la mañana, un balazo sobre la sien derecha en Chorrillos, adonde
viajó desde el Callao muy temprano, ante el monumento del Soldado Desconocido.
Allí lo encontraron, en posición como escribiendo, los gendarmes. De inmediato
los titulares de la edición “El Comercio”, “La Crónica”, tratando de su trágico
fin, sin explicarse el porque de esa decisión radical, cuando le sonreía el
donaire, pero no la riqueza material, aparte de esa traición bélica y de cierta
amargura que no pudieron apagar los fuegos de sus sonetos.
Al velatorio, en la sede de la “Unión Chalaca”,
acudieron gentes de todas las clases sociales. Y los periódicos de la época lo
ponderaron. También fueron encomiables los discursos al ser inhumado. La Beneficencia
donará el terreno, dentro del Cementerio General del Callao -mal llamado Baquíjano
-, donde luego los amigos levantaron un obelisco en honor suyo, allí descansa
eternamente desde el 20 de octubre de 1931, día y mes luctuoso para el Perú, se recuerda el cuestionable
Tratado de Ancón.
Durante aquel lapso gobernaba el Perú una Junta
Transitoria de Gobierno con David Samanez Ocampo a la cabeza. En Bolivia era
presidente Daniel Salamanca, distinto a Belzú, el de la época que vio nacer a
“Sixto F. Leo”.
“Sixto F. Leo” no llegó a ver en vida un libro
édito suyo, solamente después de su trágico deceso las relaciones suyas
publican el referente a él, algo de su producción literaria, los homenajes que
le ofrecieron cuando cumplió Bodas de Plata profesionales, hasta luciendo la
portada una foto del personaje ovalada.
Tras los años de 1931, 1932, ningún otro
homenaje. El segundo, digamos, acaba de efectivizarse el 20 de octubre de 2016.
Descubierta la morada eterna del caballero Soto
por nosotros, al visitar el nicho del cuartel San Lucio, en el que descansa
doña Filomena Díaz Villacorta (hija de un valiente comerciantes chotano que
alistó a compañeros jóvenes como él para pelear en la batalla de Miraflores:
don Santos Díaz, hermano de Agustín Elorreaga), mi abuelita inolvidable (testigo
de lo del 79 siendo una bebe), decidióse la organización de la Comisión de
Homenaje integrando al bisnieto, quien es nada menos que el bachiller Ricardo
Camacho Gandolfo, actual funcionario de la UNAC, devoto del Señor del Mar.
Conformaron la antedicha, para llevar a cabo
ese acto social-cívico, los señores Mateo Mandún, César Corrales Degregori,
Abel Yataco Espinoza, Juanito Arroyo Castillo, Moreno La Torre, Lecca Téllez,
Víctor Castañeda, Roberto Pachas Jacobo, Leonardo Vargas, José Luis
Velásquez Pérez Salmón, Luis Quiñones,
Oscar Flores Gómez, Juan Arce Rivas, René Rosasco, César Reaño, Aníval Torre
Camones, y el autor de este artículo. Asimismo el señor Embajador de Bolivia en
el Perú Dr. Gustavo Rodríguez Ostria, cuya pluma de historiador publicará en
breve la relación de los bolivianos en la guerra con Chile, figurará
indiscutiblemente el Capitán Graduado de 1883, o sea, don Félix Soto Durán, “El
Durmiente despierto” o el “Soldado Desconocido”, según se consideraba a través
de unas traviesas letras.
Hablaron el 20 de octubre último a la misma
hora que se suicidó, Arroyo, Yataco, Corrales, Castañeda, Mandún, Moreno,
Lecca, fungiendo nosotros de presentadores. Mateo Mandún en calidad de
Presidente del Club Atlético Bilis, acompañándole dos damas biliosas, colocó la
ofrenda floral representando a esta institución su escudo de ley, muy bien
hecho por floristas del Mercado Central. Luego de la ceremonia fue servido un
almuerzo en dicha entidad, cortesía del dilecto Mandún, buen chalaco de origen
croata.
Cabe decir que durante la ceremonia también
habló don Claudio Loza de la Cruz, representante del Embajador de Bolivia en el
Perú, agradeciendo el bisnieto Ricardo Elfer Camacho G., el mismo que aprovechó
para imponerle a éste el pin de las Bodas de Oro de la UNAC, alma mater que se
unió al homenaje a través del magister Torre Camones.
Ha quedado establecido que cada 20 de octubre
se rinda tributo a este valiente que asumió la causa peruana como suya.
El agradecimiento al presidente de la Sociedad
de Beneficencia Pública del Callao, colega Emilio Calderón Gaudry; al
economista Ochesse, uno de los gerentes; al señor Junco, a la guapa señora
Gloria de recepción del cementerio.
Nuestra semblanza sobre Félix Soto Durán,
aparecida en uno de los suplementos especiales de “El Club”, boletín del Club
de Prensa del Callao, base de CORDIC – Siglo XXI, fue repartida, una gentileza
del bisnieto, director de dicho medio considerado prensa alternativa.
Ahora es “Alma Chalaca”, prensa digital de
nivel mundial, dirigida por el escritor, periodista, ejecutivo don César
Corrales Degregori, integrante de esas entidades citadas, igualmente del
Círculo de Exalumnos Sancarlinos del Callao, la que lanza por las redes, para
conocimiento de los interesados en la historia de los personajes de América,
esta estampa de una figura de fuste, a tenerlo en cuenta cuando se haga la
biografía de cada patriota con motivo del Bicentenario, quien a pesar de
provenir de lo que fuera el Alto Perú decidió pertenecer en espíritu, en
conciencia, al Perú de todas las venas desde el Pacífico hacia la esfera
completa, por algo alguna vez no fue el imperio majestuoso del llauto esperando
a Inkarri, quien tendrá algún día que reaparecer redivivo.
¡Loor
en la gloria a “Sixto F. Leo”!
Al decir de John Mackey, Félix Soto Durán “es
un boliviano chalaquizado vía la peruanidad”. Vale.
Ricardo
W. Pérez Torres Llosa
Exclusivo para “Alma Chalaca”
Callao,
Octubre 2016
EL CONFEDERADO ALTOPERUANO
Por: Ricardo Pérez Torres Llosa
Aquél es don Andrés de Santa Cruz Calahumana,
quien fuera Gran Protector y Mariscal del Perú, el Inti de Abya Yala (Nativoamérica).
Nacido en un caserío a orillas del Lago
Titicaca el año 1792 cuando la entonces Audiencia de Charcas (1559) del
virreinato del Perú pasó hacia 1776 al de Río de la Plata como Intendencia
(Potosí).
Al lado de gran número de futuros patriotas,
este caudillo de la independencia sirvió al ejército español alcanzando el
grado de Coronel. A partir de 1820 decide tomar partido por la causa
separatista. Así, asistió a las jornadas antifidelistas, como las batallas de
Pichincha (1822), Junín (1824).
El año 1825 Bolivia logra la independencia
política, esto lo consintieron, lo planearon, Sucre y Bolívar para los fines
estratégicos de este último.
Pero del 03.09.1826 al 04.06.1827 Santa Cruz
asume el gobierno del Perú tras ocupar el Consejo de Estado, el que lo nombró.
Al alejarse Bolívar en 1823 de nuestro país, después de haber gobernado e
impuesto la Constitución Bolivariana, Santa Cruz que está en Chorrillos es
llamado, con la venia de Vidaurre, para ejercer por tres meses la presidencia,
aboliendo dicha charta, posteriormente proclamó mandatario del Perú al general
La Mar Cortázar.
De 1829 a 1839 será presidente de Bolivia, la
entonces Provincia del Litoral de 120,000.00 km2, limitando por el Loa con el
Perú y por el Salado con Chile, ríos más allá del paralelo 25°. Durante esos
lapsos, al correr el 18.11.1833, Chile a través del Tratado de Amistad,
Comercio y Navegación reconocerá la soberanía marítima de Bolivia dentro del
Océano Pacífico.
La visión geopolítica de esta figura histórica,
admirador de Napoleón, lo condujo a plantear, y también fue el sueño de
Bolívar, el primer bloque continental de América del Sur, desgraciadamente
Chile expansionista, influido por Inglaterra, entre otros países colonialistas,
sería el escollo. Sin embargo del 28.10.1836 al 20.01.1839 forjó la
Confederación Perú-boliviana, decidida en Tacna con los delegados del Perú y de
Sicuani, convirtiendo al Callao en el
eje Lima-Callao frente al eje Chile-Valparaíso, aparte de sanear la hacienda
pública, dictar el Reglamento de Comercio, promulgar los códigos al estilo
napoleónico, garantizar el orden social, etc.
Tan destacable proyecto, un UNASUR para esa
época, no convenía a los intereses oligárquicos chilenos e ingleses,
prestándose a ello peruanos sin olfato político, nada visionarios, de ahí la
guerra contra la Confederación, caída en Yungay bajo la bota de Bulnes, el
contento del mazorquero Portales, aquel funesto ideólogo de la geopolítica
expansora chilena.
Mal hizo Santa Cruz al firmar el Tratado de
Paucarpata, le dio así alas a Chile vencido esa vez. Tuvo entonces que
exiliarse en Francia, cerrar los ojos hacia 1865 en el castillo de Beauvoir,
Versalles, dejando unos escritos valiosos.
“El Yanacocha”, periódico del Deán Valdivia, lo
defendió, lo combatieron hojas panfletarias como “El Coco de Santa Cruz”.
Santa Cruz, “el aindiado”, no pudo saber del
primer tratado de límites de 10.08.1866 que definió el límite fronterizo entre
Bolivia y Chile, lo era el paralelo 24.
¿Más acerca del altoperuano, el firmante del
decreto de 20.08.1836 declarando Provincia Litoral al Callao, sin faltar la
rúbrica del arequipeño Pío de Tristán? Leer las páginas 602, 603, 604, del libro
“Historia del Callao: Su Pasado, su Presente”.
Exclusivo para “Alma Chalaca”
Revista
digital a cargo de César Corrales Degregori
Callao, Octubre 2016
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