QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS
Los Empresarios del Transporte deben asumir, responsabilidades sobre accidentes, tanto en el transporte de carga como en el transporte de pasajeros y en todas las modalidades
La sucesión de accidentes tanto por su continuidad como por el sin número de muertes que causan es alarmante, desde la capacidad de quienes tienen la responsabilidad en su administración y control debiendo considerarse éstas responsabilidad de acuerdo al rango que ostentan en la cadena administrativa. Los empresarios tendrían un pobre criterio al hacer empresa, obligando tácitamente a los chóferes y trabajadores a extensas jornadas de 8, 12, 16 horas de manejo continuo, pagando exiguos salarios, sin considerar la especialización, y las responsabilidades de quienes manejan un vehículo, con esto no estamos descubriendo la pólvora, la gran mayoría de ciudadanos conocen esto así como las propias autoridades, siendo pues el factor humano una de las causas de estos accidentes luego tenemos que considerar el factor mecánico y mantenimiento.
Tenemos que tener en cuenta que un vehículo en movimiento no es un arma (revolver, cañón, metralleta, etc.) sino que es un proyectil en tránsito que mal conducido es letal para la vida humana, máxima si la vía en que discurre es deficiente como son la mayor parte de vías en nuestro país tanto en el ancho como en sus características. Lo cierto es que todos estos factores producen mayor economía para los "señores empresarios" quienes por alguna razón no son debidamente considerados al evaluarse las responsabilidades, tanto en las calles, en las pistas interprovinciales, en los puertos y centros de transportes.
La mezquindad, la falta de autoridad, el enriquecimiento indebido, y la alta de sensibilidad humana vienen enlutando miles de familias que finalmente empobrecen nuestra sociedad. Seria necesario efectuar un Registro de muertes en los accidentes de hace 10 años a la fecha y así tendríamos ante nuestros ojos la real dimensión del grado de criminalidad existente disculpado con la palabra mágica de "accidente" que encubre la incapacidad, irresponsabilidad y el enriquecimiento ilícito puesto que los formales realizan su trabajo en la total informalidad. La represión: La represión, medidas aisladas, revisiones técnicas, justificaciones mil, no van a evitar continúen estos accidentes mientras no se establezcan procedimientos que hagan entender a los señores empresarios que tienen que valorar a sus trabajadores, a quienes aplican "modalidades" salariales y de explotación que los conducen a esfuerzos extremos para poder suplir el hambre de sus seres queridos.
Tenemos que entender que el alcohol como el esfuerzo extremo en un I trabajo de quienes conducen un vehículo que resulta letal en caso de un accidente, desequilibra o reduce las facultades naturales y necesarias para cumplir con una función, creemos que no hay que especular mucho para llegar a este tipo de conclusiones, bastara comparar el modo de vida de un chofer con un trabajador de las áreas de construcción, comerciales e industriales, sus salarios y modalidades de trabajo a las que se ven obligados los chóferes a soportar por cumplir con la responsabilidad social de atender las necesidades familiares.
Por lo que debemos sugerir encarar, ya, este grabe problema que es de vida o muerte en todos sus planos antes de santificarlos o justificarlos con razonamientos ajenas a su real origen y carencias, de los que adolece continuando las muertes sin querer señalar a los verdaderos culpables responsables, culpando a quienes cumplen una función esclavizada por quienes no miden consecuencias a la hora de ganar más y más, esperamos que en un esfuerzo de investigación serio no resulten la mayoría de empresarios involucrados en estos actos que ya resultan "inhumanos" enlutando miles de familias valiéndose de la impunidad que les permitirían gozar de ganancias indebidas a costa de la vida de sus prójimos, debemos eliminar del mundo económico a los malos y así los buenos empresarios ganaran y surgirán cumpliendo con uno de los mandamientos de las tablas entregadas por Dios a Moisés, "NO MATARAS".
Tenemos que tener en cuenta que un vehículo en movimiento no es un arma (revolver, cañón, metralleta, etc.) sino que es un proyectil en tránsito que mal conducido es letal para la vida humana, máxima si la vía en que discurre es deficiente como son la mayor parte de vías en nuestro país tanto en el ancho como en sus características. Lo cierto es que todos estos factores producen mayor economía para los "señores empresarios" quienes por alguna razón no son debidamente considerados al evaluarse las responsabilidades, tanto en las calles, en las pistas interprovinciales, en los puertos y centros de transportes.
La mezquindad, la falta de autoridad, el enriquecimiento indebido, y la alta de sensibilidad humana vienen enlutando miles de familias que finalmente empobrecen nuestra sociedad. Seria necesario efectuar un Registro de muertes en los accidentes de hace 10 años a la fecha y así tendríamos ante nuestros ojos la real dimensión del grado de criminalidad existente disculpado con la palabra mágica de "accidente" que encubre la incapacidad, irresponsabilidad y el enriquecimiento ilícito puesto que los formales realizan su trabajo en la total informalidad. La represión: La represión, medidas aisladas, revisiones técnicas, justificaciones mil, no van a evitar continúen estos accidentes mientras no se establezcan procedimientos que hagan entender a los señores empresarios que tienen que valorar a sus trabajadores, a quienes aplican "modalidades" salariales y de explotación que los conducen a esfuerzos extremos para poder suplir el hambre de sus seres queridos.
Tenemos que entender que el alcohol como el esfuerzo extremo en un I trabajo de quienes conducen un vehículo que resulta letal en caso de un accidente, desequilibra o reduce las facultades naturales y necesarias para cumplir con una función, creemos que no hay que especular mucho para llegar a este tipo de conclusiones, bastara comparar el modo de vida de un chofer con un trabajador de las áreas de construcción, comerciales e industriales, sus salarios y modalidades de trabajo a las que se ven obligados los chóferes a soportar por cumplir con la responsabilidad social de atender las necesidades familiares.
Por lo que debemos sugerir encarar, ya, este grabe problema que es de vida o muerte en todos sus planos antes de santificarlos o justificarlos con razonamientos ajenas a su real origen y carencias, de los que adolece continuando las muertes sin querer señalar a los verdaderos culpables responsables, culpando a quienes cumplen una función esclavizada por quienes no miden consecuencias a la hora de ganar más y más, esperamos que en un esfuerzo de investigación serio no resulten la mayoría de empresarios involucrados en estos actos que ya resultan "inhumanos" enlutando miles de familias valiéndose de la impunidad que les permitirían gozar de ganancias indebidas a costa de la vida de sus prójimos, debemos eliminar del mundo económico a los malos y así los buenos empresarios ganaran y surgirán cumpliendo con uno de los mandamientos de las tablas entregadas por Dios a Moisés, "NO MATARAS".
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