AV. GAMBETTA Y SUS MUERTOS

Todo cuanto viene sucediendo en esta avenida remodelada a gusto y capricho de los poderes del Estado, en varios años de marchas y contramarchas, no es sino muestra de incapacidad para la PREVISIÓN, falta de preocupación por la vida de los ciudadanos e indiferencia total a lo que pueda suceder cuando solo se aspira a llegar a ocupar cargos, como si fuera un fin supremo y los ciudadanos fueran objetos perecibles, que no importa propiciar directa o indirectamente su muerte.

CONTROL DE CIRCULACIÓN

Se circunscribe solo a ordenar la economía delos que mediante grandes esfuerzos consiguen contar con una movilidad, poniéndoles trampas y caza bobos en todo el recorrido, tan es así, que los taxistas de Lima no quieren venir al Callao sin mencionar otros riesgos.

Control significa trabajo, responsabilidad, afán de cumplimiento, cuidar la vida de los ciudadanos y no sólo nos referimos a la exposición a la muerte, sino a tener un transporte confortable y seguro, NADIE, NADIE, supervisa los itinerarios, nadie, nadie supervisa en zonas como la que atraviesa la Av. Gambetta, zonas súper pobladas, zonas de grandes depósitos, zonas de intenso tráfico, ni en esta zona ni en esta Av. Gambetta existe realmente un control de parte de la autoridad competente, un control del Contrato de CONCESIÓN DE RUTAS, que debe, tiene que existir, un ITINERARIO A CUMPLIR y pregunto: ¿Qué línea, qué empresa lo cumple? ¿Qué autoridad, qué empleados que cobran sus sueldos lo cumplen? Si no hay empleados en el ente encargado de estas concesiones que les da esta responsabilidad de control, pues son los alcaldes y regidores los responsables según los casos y el Ministerio de Transportes en otros casos, o EXISTEN PLANILLAS FANTASMAS que nadie controla, gastos que no se ven en la práctica.

Esto no es una acusación, esto es una interrogación a nombre de todos los que mueren en las pistas del Perú y en nombre de los que han muerto y siguen muriendo en la Av. Gambetta y en la Costa Verde.

CONCLUSIÓN

Es tiempo que los “de a pie” como nos llaman (esperemos que no sea despectivamente) los choferes en general, no dejen que irresponsables los expongan a matar a su prójimo, por no cumplir las responsables de la administración del transporte con sus obligaciones, como autoridades, profesionales o trabajadores y sigan con la cantaleta que todo es “percepción” y con este término, cierren el telón de sus consecuencias y sus responsabilidades y se siga gastando miles de millones en obras que no reúnen las mínimas garantías para todos los que construimos el pueblo y las empresas y profesionales de ellas sigan hinchando sus arcas sin responder por lo mal que hacen, dañando al país en general, pues pareciera que los buenos están marginados, estos casos los veremos después.

Y así podríamos seguir enumerando: educación, seguridad, comunicación, poder judicial, algún desilusionado mental diría: ya para qué, si el descenso es vertiginoso en hábitos y costumbres, que el cinismo es una herramienta natural en un medio donde incumplir es un mérito a imitar, sino miremos a Maduro y el país que produjo una joya libertaria como Simón Bolívar, a quien le pagamos con CINISMO.