martes, 11 de enero de 2011

LA ANCHOVETA

Alma Porteña y su staff vienen considerando desde hace mucho tiempo, 20 años por lo menos, y no por tratarse de este único producto, sino de muchos otros, que la anchoveta es uno de los más generosos y tiene a bien, encontrarse dentro de las 200 millas del mar territorial (consideración que debe darse de hecho y de derecho), es soslayado, por lo menos no es de público conocimiento, estudio y cálculos de supervivencia en nuestros mares, de todos los productos que nos ofrece, para este caso la anchoveta, pues sería doblemente sancionable que estemos corriendo riesgos de extinción, a pesar de tenerse resultados en cálculos y estudios realizados. Significaría que estaríamos corriendo el riesgo de extinción de la anchoveta a sabiendas.

Si bien es cierto, la historia del guano de las islas y el salitre propiciaron, alimentaron, odios por ambiciones no santas y a sangre y fuego nos arrebataron estas riquezas, hoy cual suicidas nos ponemos un arma en la cabeza (la indiferencia, la indolencia, la irresponsabilidad, el gozo indebido en puestos de responsabilidad, políticos o no) para matar nuestro futuro.

Esta actitud viene heredándose en el tiempo y es necesario cortar este tipo de conducta para adquirir el hábito de la responsabilidad y el trabajo positivo.

Siendo la anchoveta un producto marítimo, encierra un alto índice como alimento para el ser humano y sin embargo se ha distraído la producción en alimentar animales y otros fines que finalmente son egoístas e inhumanos dada las necesidades de nuestros pueblos, en cuanto a alimentación se refiere, sólo por favorecer intereses económicos en perjuicio de los interés sociales y humanos.

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