En tiempos de elecciones y Referéndum, es cuando el pueblo en general puede opinar, y al votar se hace escuchar.
"La voz del pueblo es la voz de Dios", por más que algunos hijos de dios no le dan la razón a este enunciamiento, nuestra constitución y el buen sentido de nuestros razonamientos nos obligan a aceptarlo y cumplirlo para fortalecer siempre los dictados y enunciados de nuestra constitución, ya que es la columna en la que se yergue nuestra democracia, por encima de todo aquello, que pueda expresarse en contra, buscándose en la libertad que nos otorga nuestro sistema democrático, mientras la mayorías hagamos cumplir todo aquel acuerdo que se toma por las vías democráticas como lo fue EL REFERÉNDUM, PARA LA DEVOLUCIÓN DEL DINERO A LOS APORTANTES, DEL LLAMADO FONAVI, escuchando, tratando pacientemente, todo aquello que pueda sostener voluntades contrarias a los principios fundamentales expresados líneas arriba y, seguramente a muchos otros que podrían darse a favor.
Lo cierto es que se dio y se cumplió con una de las fases que la democracia exige, hoy.
Corresponde, cumplir con la siguiente fase, pues no se trata de querer obligar a un gobierno fresco a dar un traspié a un compromiso pactado por las vías democráticas y no crear un fantasma anti democrático en contra de una nueva administración nacional al no cumplir con un mandato por referéndum...
Después de todo, son dineros que por sus montos y destinatarios solo servirán para activar la economía interna del país y el mercado interno y eso es fortalecer la democracia y hacer justicia con los trabajadores que han dado sus mejores esfuerzos y siguen dándolo por esta Patria que se LLAMA PERÚ.
"La voz del pueblo es la voz de Dios", por más que algunos hijos de dios no le dan la razón a este enunciamiento, nuestra constitución y el buen sentido de nuestros razonamientos nos obligan a aceptarlo y cumplirlo para fortalecer siempre los dictados y enunciados de nuestra constitución, ya que es la columna en la que se yergue nuestra democracia, por encima de todo aquello, que pueda expresarse en contra, buscándose en la libertad que nos otorga nuestro sistema democrático, mientras la mayorías hagamos cumplir todo aquel acuerdo que se toma por las vías democráticas como lo fue EL REFERÉNDUM, PARA LA DEVOLUCIÓN DEL DINERO A LOS APORTANTES, DEL LLAMADO FONAVI, escuchando, tratando pacientemente, todo aquello que pueda sostener voluntades contrarias a los principios fundamentales expresados líneas arriba y, seguramente a muchos otros que podrían darse a favor.
Lo cierto es que se dio y se cumplió con una de las fases que la democracia exige, hoy.
Corresponde, cumplir con la siguiente fase, pues no se trata de querer obligar a un gobierno fresco a dar un traspié a un compromiso pactado por las vías democráticas y no crear un fantasma anti democrático en contra de una nueva administración nacional al no cumplir con un mandato por referéndum...
Después de todo, son dineros que por sus montos y destinatarios solo servirán para activar la economía interna del país y el mercado interno y eso es fortalecer la democracia y hacer justicia con los trabajadores que han dado sus mejores esfuerzos y siguen dándolo por esta Patria que se LLAMA PERÚ.
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