Feliz el chancho, feliz el chanchero que en el distrito de La Perla exista un muladar, lleno de basura, ratas, moscas e insectos mil, defendido con ardor y matonería por el sereno pagado con la plata del pueblo de La Perla, que a los vecinos que asear La Perla quieren, palo y amenazas en agresión darán. Goza el chancho y el chanchero que en todo el litoral que Dios a La Perla dio. Hoy muladar sea, donde se engendran cucarachas, ratas, pulgas y mil insectos que en sus patas y aguijones llevan el veneno del sida, la tuberculosis y mil enfermedades más. Triste y lamentable es que se defienda este asqueroso muladar, empleando la fuerza de la autoridad que el pueblo otorga, ¡fraude! ¡fraude! Podría ser, pues por sus actos y sus obras se conocen de que son capaces los seres humanos que cubriéndose con piel de cordero podrían resultar chanchos con triquina, podría decir el pueblo si encontrando razones va. Sólo Dios y los imbéciles no se equivocan, la voz del pueblo es la voz de Dios, hay que escucharla y honrarla.
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