LA CORRUPCIÓN
La
corrupción es un tema que acompaña a la humanidad desde hace siglos, es por
ello que cuando alguien se siente sorprendido en nuestro medio por las
evidencias que venimos conociendo, es sintonía de justificación fatua y tonta.
Vacíos sinónimo intencionales
o no otorgados a la corrupción en la
organización de control:
Los
vacíos que se vienen comentando en lo que corresponde a controles económicos,
han sido y son tan evidentes que sólo su mención compromete a todos, los de arriba
y los de abajo, los de izquierda y derecha.
Las regiones y toda
institución que maneja dinero directa e indirectamente.
Como
dicen los entendidos, qué culpa tiene el sapo que lo echen al agua, y así fue,
es y sigue siendo, pues no hay forma, ni manera, dicen, se lee en los medios de
comunicación se escuchan en declaraciones de los políticos y de representantes
responsables, lo que ya no nos sorprende es que solo cuando la pus esa materia
putrefacta corre a ríos, es cuando los responsables de los controles se
manifiestan, muy sueltos de huesos, que es imposible controlar, que todo el
sistema es una coladera y que ¡TODO ES SOLO UNA SENSACIÓN! Pero todos viven del
erario nacional, de la plata que es de todos los peruanos, ellos y sus
familias, viven de los sueldos de aquellos que deben cuidar las economías
sociales como dicen que vivimos en democracia pues no se ofende a nadie al
decir que ¡viven de la economía de todos los peruanos, lo que tienen cargos
públicos o trabajan para el estado que es lo mismo decir, que trabajan para el
pueblo usen o no corbata, sean o no profesionales. Por lo tanto son tan responsables
como los traidores a su patria, los ladrones del futuro del Perú.
Ofensas NO: por supuesto que el mencionar a
todos los que trabajan para el pueblo tienen grados de responsabilidad, deben
llenarlos de orgullo, porque deben ser seres dispuestos a entregar su tiempo de
vida al servicio de sus compatriotas, y si se les pasa el ratón por entre las
piernas, deben hacer un mea culpa y sentir dolor y angustia y no arremeter
contra las que evidencian la corrupción.
Como sensación: todo el sistema hace agua en lo que
se refiere a controles, tanto de la delincuencia común, como del erario
nacional en todas las regiones del país. Si todos aceptamos esta sensación
tendríamos la esperanza que estos males podríamos curarlos prontamente, si no
la sensación, se convertirá en parte de nuestra historia y dentro de 100 años
seremos recordados en ella como una incubadora de sensaciones ciertas
permitiendo que nuestros pueblos sufran las nefastas conciencias de nuestra
indiferencia ante tanta corrupción.
